Existen múltiples señales de alarma que nos avisan de que nuestra salud bucal está en peligro, y la placa dental es una de ellas. ¡Lee con atención este post si quieres saber cómo prevenirla!
¿Qué es la placa dental?
La placa es una fina película incolora o de tonalidad ligeramente amarillenta que se forma por la combinación de nuestra saliva, lo que bebemos y los restos de los alimentos que consumimos.
Esta sustancia contiene bacterias que se acumulan a lo largo de la línea de las encías y pueden dañar el esmalte dental, así como provocar la aparición de gingivitis o de caries.
Aunque la acumulación de placa no entiende de edades, por norma general son los niños y las personas mayores los grupos poblacionales más vulnerables a su aparición, ya que son quienes suelen descuidar más su higiene dental.
Diferencias entre la placa dental y el sarro
Muchas personas confunden placa y sarro ya que, aunque presentan algunas diferencias notables, están íntimamente relacionados: sin la aparición de la placa no puede formarse el sarro. Por lo tanto, podríamos decir que el sarro es un efecto más dañino de la presencia de placa en nuestra dentadura.
El sarro se forma al no eliminar la placa dental correctamente, lo que permite que ésta se solidifique y crezca. Además, la forma de nuestros dientes también puede ser un factor de riesgo para la formación de sarro, ya que si no están correctamente alineados es más difícil poder acceder por completo a las piezas dentales y, por tanto, es más probable que se acumule placa y llegue a endurecerse.
Si la placa dental llega a endurecerse y formar sarro, este puede provocarnos caries, generar una enfermedad periodontal e incluso provocar la caída de piezas dentales.
Una vez que el sarro se calcifica y se “fija” en las piezas dentales, una correcta higiene dental no basta para eliminarlo. Llegados a este punto, la única solución posible es acudir a una clínica odontológica para eliminarlo.
Malos hábitos que pueden favorecer la aparición de placa y sarro
Aunque la formación de placa es inevitable, ya que como hemos dicho aparece por la combinación de saliva, bebida y restos de alimentos, sí es cierto que existen determinados alimentos que la potencian más que otros.
Es el caso de los dulces o los refrescos, ya que su mayor contenido de azúcares los convierte en “peligrosos” para nuestros dientes. Y también sucede con determinados alimentos “pegajosos”, como algunos snacks, ya que dificultan la eliminación de restos de comida.
Cómo prevenir la formación de placa dental y sarro
Si existe un modo sencillo y rápido de mantener nuestra higiene bucal a raya, ése es el cepillado habitual de los dientes, encías y lengua.
Como sabes, lo ideal es lavarnos los dientes después de cada comida, pero si esto no fuese posible deberemos hacerlo un mínimo de dos veces al día. Además, no sólo es importante el cepillado en sí mismo, sino también cómo lo hacemos: debemos poner en el cepillo el equivalente a un guisante de pasta dentífrica y prolongar el lavado, al menos, 2 minutos, para asegurar que hemos repasado correctamente la superficie masticatoria y la cara externa e interna de cada pieza.
Y no debes olvidar la lengua, ya que en ella también pueden acumularse restos de alimentos que generan el desarrollo de bacterias, causan mal aliento y favorecen la aparición de caries o enfermedades periodontales.
También debemos cuidar el espacio interdental, ya que en ocasiones con el cepillo no basta para eliminar los restos de comida de los dientes. En estos casos podemos recurrir a la seda dental, recordando realizar movimientos suaves para evitar causar daño a las encías.
Además, es recomendable emplear enjuagues bucales que nos ayudan a eliminar por completo las bacterias tras el cepillado. Eso sí, debe tratarse de un enjuague sin alcohol, para no dañar la mucosa oral.
Y, por supuesto, visitar al dentista de forma periódica debe ser una parte clave de nuestra rutina de cuidado bucal. De esta forma podremos realizar tratamientos preventivos, como una limpieza profesional que asegure la limpieza de toda la placa dental que podamos acumular; y sabremos con certeza que gozamos de una óptima salud dental.