La diabetes y las enfermedades periodontales están directamente relacionadas.
En los últimos años se está constatando que la asociación entre diabetes y enfermedades periodontales es bidireccional, es decir, que la diabetes aumenta el riesgo de sufrir enfermedades periodontales, y que las enfermedades periodontales pueden afectar a la diabetes, perjudicando el control de la glucemia.
Un gran número de estudios ha demostrado que las enfermedades periodontales son más frecuentes y progresan más rápido en personas con diabetes, tanto de tipo I como tipo II, respecto a personas sin diabetes. Esto ocurre de manera acusada en aquellos diabéticos con un mal control de su leucemia.
Por otro lado el tratamiento convencional de las enfermedades periodontales consigue una mejoría similar tanto en personas con diabetes como sin diabetes.
La diabetes es más frecuente en personas con enfermedades periodontales. Además las enfermedades periodontales se asocian a un peor control de la glucemia en las personas con diabetes.
El tratamiento periodontal podría mejorar el control de la glucemia en personas con diabetes. Esta reducción es similar a la alcanzada por el uso de un segundo fármaco en el control de la diabetes.
Podríamos establecer 5 recomendaciones básicas para estos pacientes:
– Realizar un tratamiento temprano. Si se detecta que tiene alguna enfermedad en las encías (gingivitis, periodoncitis) se debe realizar el tratamiento adecuado que requerirá varias citas.
Al igual que la diabetes, las enfermedades de las encías son crónicas, y requieren mantemiento durante toda la vida. Por ello también es necesario limpiar los dientes y las encías de manera adecuada, cada día, y acudir a las visitas periódicas de profilaxis profesional y revisión que se recomienden.
Si no se realiza tratamiento, las enfermedades de las encías pueden provocar la pérdida de los dientes y también pueden hacer que la diabetes sea más difícil de controlar.
– Tener un diagnóstico precoz. Las enfermedades en las encías pueden progresar sin demasiados síntomas aparentes (especialmente en fumadores).
Si ahora tienes las encías sanas, según la evolución médica, se deben realizar evaluaciones periódicas bucodentales (al menos una vez al año), como parte de los cuidados de tu diabetes.
– Detectar los signos y síntomas. Se debe de consultar a los profesionales de la salud dental para que valoren la situación y te aconsejen como actuar:
– encía enrojecida, con sangrado o inflamación
– pus en las encías
– mal sabor de boca
– dientes más altos
– dientes “flojos”
– espacios, cada vez mayores, entre los dientes
– cálculo (“sarro”) en los dientes
– Atención a la diabetes no diagnosticada. Si no tienes diabetes, pero el profesional de la salud dental ha identificado la presencia de factores de riesgo, es importante realizar una evaluación médica.
Esta visita médica puede incluir un análisis de sangre para ver si tiene diabetes y todavía no ha sido diagnosticada, y que podrán proporcionar una atención adecuada según los resultados.
– Controlar los factores de riesgo. Tanto para los cuidados de tu diabetes, como de tus encías, es importante mantener tu boca y tu cuerpo lo más saludable posible, con los cuidados recomendados tanto por los médicos, odontólogos e higienistas.
Si fumas, el único consejo posible es que suprimas el tabaco.
Si tienes sangrado, es un síntoma claro de la enfermedad de las encías.
En nuestra Policlínica podrás obtener toda la información necesaria sobre este tema y solicitar una valoración profesional sobre el estado de tu salud dental.
Información basada en las conclusiones del Workshop Ibérico sobre la asociación entre diabetes y enfermedades periodontales (2013) y en el Workshop conjunto de la Federación Europea de Periodoncia y la Academia Americana de Periodoncia (2012).