La retracción de encías es una afección bucodental muy común que consiste en la pérdida progresiva de encía, dejando al descubierto la raíz del diente.
Este problema no solo supone un efecto negativo en la estética de la boca, sino que provoca en el paciente otras complicaciones como, por ejemplo, la predisposición a desarrollar caries radicular si no se realiza una correcta higiene.
Uno de los principales problemas que presenta el retroceso de encías es que la persona que la sufre puede no darse cuenta. Es una afección que se produce de manera paulatina, por lo que a veces podemos no percatarnos de su existencia. De hecho, uno de los primeros signos que evidencian el retroceso de encías es la aparición de sensibilidad dental. Por lo tanto, es muy importante que, ante este signo, acudas a tu dentista para que el odontólogo pueda realizar un examen y determinar su causa.
Si quieres saber más sobre qué es el retroceso de encías y por qué se produce… ¡Sigue leyendo!
Principales causas de la retracción de encías
Existen diversos factores que pueden provocar la aparición de encías retraídas. Sin embargo, si crees padecer este tipo de afección, debes pedir cita en tu dentista para que el especialista realice un exhaustivo examen y determine qué problema provoca tu recesión y en qué grado se encuentra.
Así pues, estos son las principales causas que provocan un retroceso de encías:
- Mala higiene bucodental: no realizar unas buenas rutinas de higiene es el principal desencadenante de muchos de los problemas que pueden surgir en la boca, también el del retroceso de encías. Cuando no nos cepillamos los dientes y no realizamos una limpieza completa de nuestra boca, la placa bacteriana se acumula, llegando a convertirse en sarro, lo que provoca la proliferación de enfermedades bucodentales como la gingivitis o periodontitis.
- Cepillado agresivo: utilizar una mala técnica, como cepillarse los dientes de forma enérgica o con un cepillo de cerdas duras, puede provocar que el esmalte se desgaste y se produzca un retroceso de encías.
- Enfermedades periodontales: las enfermedades de las encías, tales como gingivitis y periodontitis, son la principal causa que motiva el retroceso de encías.
- Piercing en la boca: seguir modas dentales como los pendientes en la boca provocan diversos problemas en la salud bucodental, entre los que se encuentran las encías retraídas.
- Bruxismo: esta afección consiste en apretar o rechinar los dientes, y esta presión que se ejerce sobre las piezas dentales puede concluir en unas encías retraídas.
- Tabaquismo: de sobra son conocidas las fatales consecuencias que provoca fumar. Entre ellas también se encuentra este problema de las encías.
- Genética: a pesar de mantener unos correctos hábitos de limpieza oral y de seguir los consejos de los especialistas, algunas personas tienen una predisposición genética a esta afección.
- Malposición de las piezas dentales: cuando uno o más dientes no están colocados en la posición correcta, pueden ejercer una presión excesiva sobre las encías y el hueso.
- Edad: el retroceso de encías se intensifica con la edad.
Cómo solucionar las encías retraídas
En primer lugar, debe quedar claro que las encías son un tejido que no vuelve a crecer, no se recuperan por sí mismas. En este sentido, es imprescindible poner todos los esfuerzos en evitar esta situación, manteniendo una higiene dental exquisita, siguiendo las recomendaciones de los dentistas y realizando revisiones periódicas.
Dicho esto, existen tratamientos quirúrgicos para solucionar la retracción de encías. Esta cirugía plástica periodontal consiste en la realización de injertos de encía que pueden tomarse de diferentes partes de la boca, como el paladar, y se colocan en la zona en la que debe reponerse la encía. Cabe decir que es una práctica que no se realiza en todos los casos y es el periodoncista quien debe valorar la conveniencia o no del procedimiento.
Nuestra recomendación es que si crees que estás sufriendo un proceso de retracción de encías acudas cuanto antes a tu clínica dental de confianza, con el objetivo de detener la pérdida progresiva del tejido blando de tu boca cuanto antes.