Existen diferentes enfermedades bucodentales que pueden poner en riesgo la salud de nuestra boca, y que pueden afectar a toda la población.
Aunque hay muy diversos tipos de problemas orales, sí que hay unos que tienen mayor incidencia en la población que otros.
¿Quieres saber de qué enfermedades estamos hablando? Te lo contamos a continuación.
Caries
La caries dental es una enfermedad bucodental que afecta casi al 100% de la población, tanto adultos como niños.
En numerosas ocasiones, se da por supuesto que la aparición de caries es inevitable. Esto es un pensamiento totalmente erróneo, dado que la caries es una enfermedad que se puede prevenir si se mantiene una buena higiene oral.
Precisamente esa higiene oral deficiente es lo que produce que los tejidos del diente se vayan destruyendo, lo que puede causar graves consecuencias si no se acude al dentista a su debido tiempo.
Un buen ritual de higiene bucodental consiste en cepillarse los dientes, al menos, dos veces al día, aunque lo recomendable es que se haga tras cada comida. Además, no debemos olvidarnos de limpiar la lengua, puesto que es una zona donde se acumulan bacterias con facilidad. Otro aspecto que no debes olvidar es el uso del hilo dental, puesto que el cepillo no logra acceder al espacio que hay entre cada diente.
Además del cepillado de dientes, es muy importante realizar las revisiones dentales que tu dentista considere óptimas para mantener la salud de tu boca en buen estado.
Gingivitis
La gingivitis es una enfermedad periodontal en fase temprana y su aparición tiene una relación directa con la higiene bucodental.
Cuando una persona padece gingivitis, notará cómo sus encías están inflamadas y enrojecidas, pudiendo incluso producirse sangrado. De hecho, la aparición de sangre al lavarse lo dientes debe ponernos en alerta, ya que es un signo claro de la aparición de la enfermedad en nuestra boca.
Al igual que ocurre con las caries, la gingivitis en un problema derivado de una mala higiene dental, por lo que una correcta rutina de limpieza evita que la enfermedad aparezca. Además, debe quedar claro que la gingivitis es una enfermedad bucodental reversible.
Cuando una persona aprecia los síntomas, debe pedir cita a su dentista para que realice un examen exhaustivo en el que, con toda probabilidad, le realizará un profilaxis dental o limpieza bucal profesional.
Periodontitis o piorrea
La periodontitis es una enfermedad periodontal en una fase severa y aparece cuando no se ha tratado a tiempo la gingivitis.
Es más complicada de tratar que la gingivitis. En este caso, las bacterias se extienden por la línea gingival y llegan al hueso y a los tejidos que soportan al diente. Todo esto puede provocar unos signos que evidencia la enfermedad: recesión de encías, halitosis o mal aliento, provocando incluso la pérdida del diente.
La periodontitis puede llegar a convertirse en un enfermedad periodontal crónica, por lo que acudir al especialista es vital para mantener la boca a salvo.
Halitosis o mal aliento
La halitosis o mal aliento está provocada, en su mayoría, por enfermedades periodontales de la boca, falta de higiene o por el consumo de tabaco.
Es por eso que se debe incorporar a la rutina de higiene oral el uso de limpiadores linguales y así eliminar restos de suciedad y saburra lingual –capa de suciedad de aspecto blanquecino–.
También existe un tipo de halitosis que se produce fuera de la boca, provocada por problemas del sistema digestivo o respiratorio. Esto hace aún más importante las visitas regulares al dentistas, pues identificar el origen del mal aliento puede ayudar a prevenir graves enfermedades.
Llagas y aftas
Es probable que hayas tenido alguna en algún momento de tu vida, ya que es un afección de lo más habitual.
Son fácilmente reconocibles, ya que suelen tener una forma redonda de color blanco. Además, suelen aparecer en la lengua o en la cara interior del labio como consecuencia del roce de un objeto o tras habernos mordido. Eso sí, no deben confundirse con el herpes labial. Las llagas o aftas no son contagiosas.
Su presencia no entraña ningún riesgo para la salud y no precisan de ningún tratamiento, ya que suelen desaparecer en un período corto de tiempo.
Herpes labial
El herpes labial, también conocido como “calenturas”, son unas lesiones que aparecen en la boca, labios o nariz. A diferencia de las aftas, el herpes labial es contagioso porque está producido por el virus del herpes simple (VHS-1).
De forma mayoritaria, las personas se contagian de este virus en la infancia y dura toda la vida.
Una vez ha desaparecido el herpes labial, es probable que en algún otro momento vuelva a aparecer, ya que el virus no desaparece.
No existe un tratamiento que elimine el virus, aunque sí puedes aplicar pomadas o productos que reduzcan las molestias del herpes.
Cáncer oral
Según la Organización Mundial de la Salud, “la incidencia mundial de los cánceres de labio y de la cavidad bucal se estima en 4 casos por 100.000 personas”. Sin embargo, también señala que esta incidencia tiene una “amplia variación en todo el mundo”.
Entre las causas de la aparición de este cáncer, la misma organización apunta al consumo de tabaco y el alcohol como principales causas. Además, en Europa las infecciones del Virus del Papiloma Humano son las causantes del aumento de casos de cáncer oral entre los jóvenes.
Con el objetivo de evitar la aparición de enfermedades bucodentales, es muy importante respetar las recomendaciones de los odontólogos y realizar periódicamente revisiones dentales. Se debe tener en cuenta que afecciones como la caries o la gingivitis pueden evitarse, dado que su aparición está íntimamente relacionada con la higiene bucodental.
Es por eso que podemos afirmar que no existe mejor tratamiento que la prevención.